Encuentros, emociones, reflexión, adrenalina. Todo eso promete la próxima edición del Festival y el Mundial de Tango de Buenos Aires, a realizarse del 13 al 26 de agosto en su gran mayoría en el barrio de La Boca. Los artistas de las últimas generaciones, una gran milonga con ingredientes y el tributo a Aníbal Troilo serán los principales ejes.
La inminencia del Festival de Tango de Buenos Aires es siempre excitante. Desde que en 1998 el Gobierno de la Ciudad empezó a organizar un encuentro de grandes dimensiones, abarcando a diversas expresiones del género y en escenarios de mucha capacidad, su programación fue suscitando cada vez más interés por parte de los tangueros y curiosos de la Argentina y el exterior. Hasta 2007, con un nutrido calendario que ocupaba entre 5 y 10 días a fines del verano. Desde 2008, unificado en agosto con otro mega-evento tanguero que ya venía impulsando la administración municipal: el Campeonato Mundial de Baile. Desde el comienzo, una cargada grilla fue mechando referentes históricos con grupos y solistas emergentes, estilos puros con audaces fusiones, agrupaciones existentes con impensados cruces y, como logro de la gestión iniciada en 2008 por Gustavo Mozzi como director artístico del festival, producciones especiales que en muchos casos implicaron el rescate de patrimonio hasta entonces olvidado o menospreciado. Un panorama que desde hace ya lustros incluye, además de conciertos, clases de baile, milongas, charlas, exposiciones, cine y una feria de productos. Todo gratuito, concentrado en poco tiempo y a veces en un mismo espacio.
La edición 2014 de este Festival-Mundial de Tango, que se desarrollará del 13 al 26 de agosto, estará a la altura de las expectativas. Al menos eso promete el vasto cronograma de actividades, que en su gran mayoría se concentrarán –por primera vez– en La Boca. Lo cual, si bien por un lado reivindica un barrio de mucha historia tanguera y poco favorecido en las primeras ediciones del festival, reduce tanto la cantidad de sedes como su distribución geográfica.
A nivel contenidos, uno de los principales focos del encuentro estará puesto sobre los artistas emergentes, según adelantó el propio Mozzi, el miércoles último durante la presentación del festival en un flamante bar temático ubicado en Wenceslao Villafañe 65. "Clásicos del futuro" es el nombre de la sección que albergará sub-secciones como Cantores de hoy (con recitales de "Cardenal" Domínguez, Juan Villarreal y "Chino" Laborde, entre otros), Biromes y servilletas (focalizada en las creaciones de letristas como Juan Serén, Alejandro Szwarcman, Daniel Melingo, el "Tape" Rubín y Pablo Marchetti), Tango garage (integrada por los sonidos de Astillero, La Vidú y el Julio Coviello Cuarteto, entre otros grupos), Ensambles (como los de Lacruz-Heller-Nikitoff, el Sexteto Respiro y el Joel Tortul Cuarteto), Nuevas típicas (con la no tan nueva El Arranque, la Victoria y la Almagro, como ejemplos). Al respecto y refiriéndose a otros de los jóvenes músicos convocados, Mozzi, señaló: "Si bien hoy no son muy conocidos, hay músicos como (Sebastián) Noya, (Renato) Venturini y (Cristian) Asato que ya son de culto entre los tangueros más exigentes". La gran mayoría de esos shows se ofrecerán en La Usina del Arte, el enorme centro cultural inaugurado por el gobierno porteño hace dos años en Caffarena y Pedro de Mendoza, donde funcionara una planta generadora de la compañía Italo-Argentina de Electricidad, tras un largo trabajo de reciclado.
A tres cuadras de allí, en El Galpón de La Boca, funcionará La Milonga del Puerto, un baile en continuado que tendrá música en vivo de orquestas particularmente bailables, exhibiciones de prestigiosas parejas de bailarines profesionales, un homenaje, el pre-estreno de una obra protagonizada por la bailarina Natalia Hills y una cumbre de DJs, entre otros seductores convites.
Entre una sede y otra, está previsto que artistas plásticos pinten murales a la vista del público durante los días del festival, armando así una especie de corredor artístico a lo largo de la calle Caboto. Durante la mentada presentación, tras anunciar esa iniciativa, el ministro de Cultura de la Ciudad, Hernán Lombardi, agregó: "Con buena cantidad de personal de seguridad, no vaya a ser cosa que salgamos a bailar y terminemos todos...", sin animarse a completar la oración, pero cayendo en la misma estigmatización del área que su gobierno supuestamente pretende revertir con proyectos como el Distrito de las Artes. No fue su única frase desafortunada; también atribuyó la proliferación de artistas jóvenes en el tango a la declaración del género como patrimonio cultural de la humanidad por parte de la UNESCO (algo que, más allá de sus discutibles efectos prácticos, ocurrió en 2009, mientras el tango ya venía contando con muchos jóvenes de talento desde hacía al menos doce años).
Lo cierto es que la dirección artística del festival tuvo el acierto de convocar a Agustín Guerrero, Lautaro Greco, Diego Schissi, Hernán “Cucuza” Castiello y Esteban Falabella (todos destacados músicos de las últimas generaciones) para armar parte de la programación de la edición 2014 del festival. En el mismo sentido, pueden anotarse la originalidad y valor de varias producciones especiales, como los homenajes a Osmar Maderna, Lucio Demare y Leopoldo Thompson o el estreno de diez tangos bailables encargados para la ocasión a sendos compositores jóvenes.
Otro eje fuerte de este festival estará dado por la figura de Aníbal Troilo, a cien años de su nacimiento. Distintas formaciones interpretarán el repertorio de su orquesta, su universo estará representado por dibujos en una muestra de Hermenegildo Sábat y objetos concretos de su vida serán expuestos en la Academia Nacional del Tango.
Más allá de la Milonga del Puerto, la danza estará presente de varias maneras. Tanto principiantes como iniciados, tendrán clases de baile de pista a cargo de docentes como Horacio Godoy, Guillermina Quiroga, Dana Frígoli y Silvia Toscano. Los profesionales (o aspriantes a serlo) dispondrán de lecciones de tango escenario dictadas por Leonardo Cuello, Gonzalo Orihuela y Junior Cervila, entre otros. Asimismo, coreógrafos de renombre se cruzarán con músicos creadores en obras conjuntas que prometen gratos hallazgos. Los nombres hablan por sí mismos: Melina Brufman asociada a Esteban Falabella y Nicolás Guerschberg, Lisandro Eberle y Milagros Rolandelli junto a los hermanos Greco, y Ricky Paskus en tándem con Luis Borda.
El Campeonato Mundial de Baile, en tanto, volverá a reunir en la meca del tango a centenares de parejas de todo el mundo, que competirán en dos categorías estilísticas: tango de pista (el social que se baila en las milongas) y tango de escenario (más espectacular y abierto a otras disciplinas). Este año, tendrá sus Rondas Clasificatorias y Semifinales en La Usina del Arte, para definirse luego en finales a realizarse el 25 y 26-8 en el Luna Park.
En síntesis, un amplio menú servido por más de 2000 artistas que, entre todos, arman un panorama vasto –aunque inevitablemente incompleto– del rico fenómeno cultural que hoy constituye el tango en su fuente de origen.
Carlos Bevilacqua
En la imagen, La Usina del Arte.
Publicado el 3-8-2014.
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